Diferentes tipos de malla metálica y sus aplicaciones

malla metálica

La malla arquitectónica o metálica es valiosa tanto por las numerosas oportunidades estéticas que ofrece como por sus ventajas prácticas, como la privacidad, la protección, la regulación de la temperatura y otras.

Los distintos tipos de malla metálica -a veces llamada tela metálica en determinadas aplicaciones- pueden proteger a los visitantes, empleados y residentes de la exposición directa a la luz solar, así como crear un aspecto llamativo que facilita la localización de una instalación. La malla también puede desempeñar una gran variedad de funciones dentro de una estructura, definiendo distintas zonas de un edificio y separando los lugares más privados de las plantas de trabajo abiertas.

Aunque los diseños de malla de metal suelen considerarse una opción puramente estilística, hay que tener en cuenta algunas consideraciones prácticas a la hora de seleccionarlos. Una elección cuidadosa significará que ha colocado la mejor malla de metal posible, ya sea para fines industriales o arquitectónicos. Veamos qué distingue a los distintos tipos de malla y qué los hace útiles.

  1. Patrones de malla abiertos

Una malla abierta permite la circulación del aire y el acceso a la luz, al tiempo que sirve de barrera física, tanto si está unida a una balaustrada, como si cumple la función de valla metálica o pantalla de seguridad, o si divide partes de un espacio interior. 

Un grado de visibilidad es a menudo útil para dar a los clientes una vista previa de lo que está por venir o simplemente para permitir a los trabajadores evitar doblar una esquina o moverse a través de una entrada a ciegas.

Una malla más abierta también puede servir de protección solar en determinadas zonas, como la primera planta de un edificio en un distrito comercial céntrico o desarrollado. Dependiendo de la dirección a la que esté orientado un edificio, de la exposición directa al sol que reciba cada día y de la temperatura e iluminación deseadas, las mallas abiertas pueden resultar útiles como protectores solares.

Un área en la que hay que tener cuidado con estos patrones es su papel como pantallas de privacidad. Por sí solos, siguen ofreciendo cierto grado de visibilidad. Sin embargo, pueden combinarse con otros elementos, como paneles de vidrio, si el objetivo principal es evitar la propagación del sonido.

  1. Patrones de malla cerrada

Los patrones que mantienen la mayor parte del metal en su sitio, lo que puede lograrse con la malla metálica expandida entre otras opciones, enfatizan la discreción. 

Tanto si su instalación tiene que cumplir con directrices o requisitos de privacidad -como es típico en instalaciones médicas, centros de preescolar y guarderías- como si simplemente quiere crear una división más marcada entre los espacios, un patrón menos abierto puede ayudarle a conseguir este objetivo.

Limitar la cantidad de luz solar que atraviesa la malla de metal es vital en algunos casos. Si el material desempeña un papel clave en la regulación de la temperatura, la orientación de la superficie que cubre y la exposición media a la luz solar pueden suponer la reducción de la cantidad de luz visible que la atraviesa. La colocación y elección correcta del material es lo mejor para todos.

La malla metálica también puede utilizarse para aislar una parte o la totalidad de las oficinas, pasillos, salas de conferencias y otras zonas en las que es necesario equilibrar la sensación de apertura y la expectativa de privacidad.

El vallado de seguridad es otra aplicación en la que un patrón menos abierto puede ofrecer la combinación adecuada de beneficios. Separar una vía pública o calle principal de una zona de descanso de los empleados o de un espacio destinado sólo a los residentes de un edificio significa ofrecer una sensación de separación y seguridad para los que están dentro.

  1. Cortinas de malla de metal

Más flexibles que las instalaciones fijas de malla de metal, las cortinas pueden incluir una funcionalidad única dependiendo de cómo se instalen: el movimiento. Al colocar las cortinas de malla de metal en un riel deslizante, es fácil dividir los espacios cuando sea necesario. 

Tanto si se trata de crear una sensación de privacidad sin dejar de permitir la circulación del aire en un negocio minorista como de separar diferentes equipos en un espacio de oficina, hay muchas aplicaciones en las que las cortinas de malla pueden desempeñar un papel importante.

Las cortinas también pueden instalarse en una posición fija, sirviendo como una barrera permanente que sigue permitiendo el paso de la luz y la circulación del aire. Las aplicaciones potenciales incluyen los laterales de las escaleras abiertas, donde la malla puede cumplir un requisito de seguridad además de un propósito estético, y delante de las ventanas exteriores, donde las cortinas de malla pueden servir de protección solar.

¿Cómo se fabrica la malla de metal?

Las mallas metálicas se fabrican principalmente de dos maneras: combinando los alambres metálicos de forma que se cree un producto final estable y fiable de malla de metal tejida, o soldando los hilos individuales para crear una malla metálica soldada. Los propios filamentos suelen producirse mediante procesos de trabajo del metal que reducen las piezas de mayor diámetro a un alambre flexible pero resistente. 

Las mallas metálicas de aluminio y acero inoxidable son opciones habituales, en parte debido a su resistencia a la corrosión. Pero no son las únicas opciones de sustrato disponibles. Los alambres de urdimbre y trama se cruzan en patrones repetibles similares a los utilizados en la fabricación de telas, ya sea en un tejido liso o en un diseño más exótico.